El ex rector y profesor emérito de la Facultad de Filología de la USC y ex director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, y el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad compostelana, Roberto Blanco Valdés, presentaron esta tarde sus últimas obras, en un coloquio moderado por la presidenta de la Asociación de Periodistas de Galicia (APG), María Méndez, y encabezado por el presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la Ciudad de Santiago (RSEAPS), Francisco Loimil, que tuvo lugar en la sede de esa institución.
Darío Villanueva aseguró que en su ensayo El atropello a la razón (Espasa, 2024) explica como “el espíritu de la época contemporánea definido como posmodernidad, ha instaurado la quiebra de la racionalidad, herencia del pensamiento ilustrado, lo que es consecuencia de la deconstrucción, ariete del poshumanismo que caracteriza una sociedad líquida, regida por la inteligencia emocional y por un pensamiento débil que rechaza los grandes relatos legitimadores y que asume con la posverdad el imperio de la mentira”.
“La obra muestra, con ejemplos reales”, indicó Villanueva, “lo disparatado que puede llegar a ser el abandono de la Razón, cuando esta estorba a causas como la corrección política, el negacionismo científico, las imposturas intelectuales, la nueva pedagogía que ya no tiene en cuenta el aprendizaje de los contenidos, la memoria ni el esfuerzo, las autodeterminaciones identitarias, la deconstrucción del lenguaje, los espacios seguros en las universidades, la apropiación cultural, el sentimentalismo tóxico, el victimismo impostado, la denominada cultura de la cancelación y las nuevas pautas de comportamiento individual y social, definidas con el término inglés woke”. “Junto a todo ello”, concluyó, “las exhibiciones de la estupidez humana se vuelven fácilmente virales”.
Por su parte, Blanco Valdés subrayó que en Revolución y Constitución destaca “la importancia que la Revolución Americana y la Constitución de los Estados Unidos tuvieron en la conformación del pensamiento liberal y el constitucionalismo”. Para él, “el Estado Constitucional ha sido, sin ningún género de dudas, una de las grandes creaciones de la historia de la humanidad, ya que con él se implantaron principios que hoy siguen teniendo plena vigencia: la separación de poderes, el reconocimiento de los derechos y libertades, la representación política o la distribución territorial del poder del Estado”.
Según Blanco Valdés, “el constitucionalismo es el resultado de una nueva filosofía y un nuevo modo de enfrentarse a la realidad: el racionalismo, la sociedad abierta, la capacidad de los seres humanos de tomar sus propias decisiones o la afirmación de derechos inalienables e imprescriptibles, que han influido de modo decisivo en la configuración política, económica, social y cultural del mundo en el que vivimos”. “En un momento en el que el irracionalismo y las posiciones identitaristas han puesto en discusión los grandes valores del universalismo liberal, reivindicar la aportación del constitucionalismo, y más en general, del pensamiento liberal, resulta fundamental en la defensa de una sociedad que ha generado los mayores niveles de libertad y de igualdad que han existido nunca en la historia de la humanidad”, finalizó.